Ferdinand de Saussure, en su Curso de lingüística general,
propuso una serie de dicotomías en su afán por hacer del estudio del
lenguaje una ciencia mucho más racional de lo que hasta entonces había
sido, así como una serie de conceptos que conformaba la lengua como
estructura.
Una de las dicotomías más importantes que realiza se da al separar el lenguaje en lengua o langue (sistema de signos) y en habla o parole (manifestación particular de ese sistema en el acto de comunicación). Es importante destacar que la langue precede necesariamente a la parole,
es decir: sin la internalización del sistema lingüístico no podemos
llevar a cabo el acto del habla. Con esta división se separa a la vez lo
que es social de aquello individual y lo que es esencial de lo que es
accesorio o accidental. La langue es aquello que el sujeto
registra pasivamente, no existe premeditación. Además, es externa al
sujeto y él no presenta la capacidad de modificarla. La parole,
por el contrario, es un acto individual y voluntario y que se da de
forma diferenciada en cada sujeto. Debido a esta descripción, Saussure
propone el estudio de la lengua y no del habla, dado que la primera es
algo objetivo en que no existe la variedad, mientras que el habla se
modifica a voluntad del sujeto, lo cual la hace inestudiable en el modo
en que Saussure concebía la lingüística.
Saussure entiende la
lengua como un sistema semiótico formado por signos lingüísticos. El
signo lingüístico es definido como una entidad psíquica con dos caras
íntimamente unidas y que se reclaman reciprocamente. Estas serían el significante (forma fónica o imagen acústica) y significado
(concepto mental al que corresponde la imagen acústica). Las
diferencias en el significado vendrían provocadas por las diferencias en
el significante. Cabe destacar que la relación entre estos significados
se da de forma arbitraria, por lo que podemos decir que el signo
lingüístico es arbitrario. Un ejemplo propuesto por Saussure es el de la
idea de sur, que no está necesariamente ligada a la sucesión de
sonidos s-u-r, por lo que podría estar ligada a cualquier otra sucesión
de sonidos, tal y como pasa en otras lenguas diferentes.
Otra dicotomía básica es la de 'diacronía' (estudio del lenguaje a lo
largo del tiempo) y 'sincronía' (estudio del lenguaje en un determinado
momento histórico). Saussure sitúa su estudio del lenguaje en la
sincronía argumentando que el lenguaje es un sistema de valores puros
que sólo está determinado por los acuerdos existentes en un momento
dado. Es muy aclaratoria la metáfora del ajedrez presentada por él mismo
para explicar este argumento. Él mantiene o sostiene que ocurre como en
un juego de ajedrez, donde el observador que se incorpora a la partida
no necesita, para entender todo lo que ocurra a partir de entonces,
saber todo lo que ha pasado anteriormente a su llegada.
Otra dicotomía se refiere a la diferencia entre paradigma (relación
en ausencia entre los elementos que pueden formar parte de una
enunciación) y sintagma (relación que se establece en presencia entre
los elementos de la enunciación, lineal, en un tiempo y en un espacio).
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