La libertad de expresión lleva consigo cierta libertad para escuchar.

martes, 13 de noviembre de 2012

Teoría Conductista

El psicólogo norteamericano BF. Skinner propuso esta teoría fundamentándola en un modelo de condicionamiento operante o proceso de aprendizaje mediante el cual se logra que una respuesta llegue a ser más probable o frecuente. Skinner empleó el modelo de condicionamiento operante adiestrando animales y concluyó que podría alcanzar resultados semejantes si lo aplicaba a niños (as) y jóvenes mediante el proceso de estímulo
- respuesta
- recompensa.

Propiamente en el área del lenguaje, Skinner argumentó que los niños y las niñas adquieren el lenguaje por medio de un proceso de adaptación a estímulos externos de corrección y repetición del adulto, en diferentes situaciones de comunicación. Lo anterior significa que hay un proceso de imitación por parte del niño donde posteriormente asocia ciertas palabras a situaciones, objetos o acciones. Así el niño se apropia de hábitos o de respuestas aprendidas, interiorizando lo que el adulto le proporciona para satisfacer una necesidad a un estímulo en particular, como por ejemplo; hambre, dolor u otro.

 El aprendizaje del vocabulario y de la gramática se logra por condicionamiento operante. El adulto que se encuentra alrededor del niño (a) recompensa la vocalización de enunciados correctos gramaticalmente, la presencia de nuevas palabras en el vocabulario y la formulación de preguntas y respuestas o bien, castiga (desaprueba) todas las formas del lenguaje incorrecto como enunciados gramaticales o palabras no adecuadas. Como puede verse, para la teoría conductista lo más importante no es la situación lingüística en sí, ya que relega aspectos semánticos y pragmáticos de la comunicación y los sustituye por hábitos fonológicos, morfológicos y sintácticos, características del aprendizaje mecanicista del lenguaje. Tampoco explica cómo se adquiere la gramática o el conjunto de reglas que la rigen.

Los aspectos principales en los que se basa el modelo skineriano acerca del proceso de adquisición del lenguaje son los siguientes:
-La adquisición del lenguaje humano difiere poco de la adquisición de conductas aprendidas por otras especies (por ejemplo: aprendizaje del lenguaje en loros). -Los niños imitan el lenguaje de los adultos y estas imitaciones son un componente crítico del aprendizaje del lenguaje.
-Los adultos corrigen los errores de los niños(as) donde estos últimos aprenden a través de estos errores.
 -Parte del empleo del lenguaje de los niños responde a la imitación de formas empleadas por los adultos.

Es notable que para Skinner el aprendizaje del lenguaje se realiza con lo que el adulto le proporciona al niño mediante el empleo de diferentes estímulos (recompensa, castigo), según la respuesta que el niño dé sin considerar la predisposición innata que el niño(a) posee para la adquisición del lenguaje.
 Es importante destacar que esta teoría se centra en el campo extralingüístico y toma como elemento fundamental la influencia del ambiente como mediador del aprendizaje, así como la idea de que el uso del lenguaje responde a la satisfacción de determinadas necesidades por parte de los niños y las niñas.

Vigotky, Piaget, Chomsky

SEMEJANZAS:
Consideran aspectos biológico-genéticos en cuanto al desarrollo del lenguaje. Ponen más énfasis en el lenguaje verbal, más que en el no-verbal.
Toman en cuenta elementos estructurales del lenguaje, como: semiótica, sintaxis y signo.

 DIEFERENCIAS:

Origen del lenguaje:

Piaget: genético-biológico-evolutivo, ya que se construye progresivamente partir deformas evolutivas de la embriogénesis biológica.
Vigotsky: a partir de la interacción social.
Chomsky: innato.

Pensamiento y lenguaje:

Piaget: el lenguaje no basta para explicar el pensamiento, ya que este se caracteriza por estructuras basadas en la acción, es decir en los procesos sensorio-motores, los que considera como más profundos en comparación con lo lingüístico.
Vigotky: el lenguaje determina el desarrollo del pensamiento, a través de las herramientas lingüísticas y la experiencia socio-cultural.
Chomsky: no se refiere al pensamiento.

Relevancia otorgada al lenguaje:
Piaget: considerado como un producto del desarrollo del niño.
Vigotky: el lenguaje es primario al desarrollo del niño, el cual va de lo social a lo individual.
Chomsky: destaca el concepto de recursivo y productivo de este.

Adquisición de lenguaje:
 Piaget: se adquiere a partir de los procesos de asimilación y acomodación, sustentado en la inteligencia previa.
Vigotky: lo social y la interacción son esenciales para la constitución de este

Desarrollo del Lenguaje - Jean Piaget

El origen del lenguaje es genético-biológico-evolutivo, ya que se construye progresivamente partir de formas evolutivas de la embriogénesis biológica.

 El lenguaje es una parte de la Función Semiótica, la que es responsable del paso de las conductas sensorio-motrices del niño hacia el pensamiento.

Según Piaget, el lenguaje nace de la unión entre significado y significante.
 No basta para explicar el pensamiento, ya que este se caracteriza por estructuras basadas en la acción, es decir en los procesos sensorio-motores, los que considera como más profundos en comparación con lo lingüístico.
Se constituye a partir de y sólo en un contexto de imitación.

El símbolo es la imagen previa al lenguaje, el cual tiene un carácter individual. Considera al lenguaje como un producto del desarrollo del niño.
Lo rescata lo social como un factor importante para la adquisición de los procesos propios de la etapa sensorio-motriz. Es un producto de los procesos de asimilación y acomodación, sustentado en la inteligencia previa.

Reconoce el papel de lo social en la aparición de esquemas ligados al lenguaje, pero no consideran que esto baste por sí sólo para el comienzo de ellos. Independiente de la inteligencia sensorio-motriz y posterior a ella.

 A través de él, el niño hace sociales sus acciones, a través del intercambio interindividual, producto del “lenguaje propiamente dicho”

Desarrollo del Lenguaje - Vigotky

Vigotky y el lenguaje en el desarrollo del pensamiento

Vigotky era un psicológo educativo conocido por su teoría sociocultural, según la cual, la interacción social funciona por un cambio continuo en el pensamiento y en la conducta de los niños, que puede variar notoriamente de una cultura a otra.
Los niños desarrollan el lenguaje por la necesidad de comunicarse, para informar de sus necesidades y deseos, no solo por signos, también por el contenido de la comunicación, ya que algunos mensajes solo se pueden transmitir a través del lenguaje.
Su teoría sociocultural afirma que el desarrollo del ser humano depende de la interacción con los demás individuos y de las herramientas que aporta la cultura para conformar sus puntos de vista, y que hay tres caminos para que dichas herramientas puedan pasar de un individuo a otro:
  1. El aprendizaje por imitación: que imita a alguien.
  2. El aprendizaje instruido: el que alguien te enseña.
  3. El aprendizaje colaboracional: el esfuerzo de un grupo para entender a los demás.
Esta teoría combina el entorno social con la cognición. Un niño adquirirá las capacidades para pensar, razonar y comportarse por medio de su interacción con una persona que sepa más.
Hay momentos en los que el niño habla consigo mismo, porque no han aprendido todavía las habilidades sociales y están en vías de adquirirlas. Vigotky creía que el auto-lenguaje variaba con la edad; el tono baja hasta convertirse casi en un susurro.
El segundo elemento de la teoría de Vigotky es el de la zona próxima de desarrollo (ZPD). Comienza en la zona más cercana al niño, cuando no puede realizar por sí mismo algo, busca la ayuda del adulto. El resultado es que los pequeños se vuelven más sociables y obtienen un mayor desarrollo cognitivo.

martes, 30 de octubre de 2012

Consideraciones Pedagogicas

Estudio del aprendizaje.
Genie constituye un claro ejemplo de los efectos del aislamiento severo en la fase de desarrollo. En este caso no sólo se impidieron la formación de interacciones sociales, sino que los movimientos corporales estaban muy restringidos, en un entorno muy pobre en cuanto a estímulos nuevos se refiere.
Por tanto es comprensible el gran interés suscitado por la cuestión de si Genie sería capaz de aprender aquellas habilidades básicas como lenguaje, movimiento y memoria espacial, así como de establecer interacciones con otras personas y lazos afectivos.
Ya al tercer día de ser internada en el Hospital Infantil de Los Angeles comenzó a intentar vestirse sola y usar el servicio, y mostraba gran interés en nombrar los objetos que captaban su atención, a los que señalaba hasta que alguien pronunciaba su nombre.
Una vez creado el grupo de investigación, los científicos integrantes comenzaron a instruirla y a aplicarle toda clase de pruebas relacionadas con aprendizaje. Adquirió rápidamente un vocabulario de unos cientos de palabras, pero apenas hablaba, y cuando lo hacía emitía las palabras en tonos agudos y cortos, sin variación en el tono, de manera que resultaban difíciles de comprender. Se sabía que sus padres la castigaban cuando hacía ruido, y era imposible determinar si su falta de expresión oral se debía a un retraso de nacimiento o al abuso y confinamiento sufridos.
En cualquier caso, los investigadores decidieron que no es posible desarrollar el lenguaje si no existían interacciones y lazos afectivos con otras personas, así que Genie fue hospedada en una casa de acogida con el jefe de investigación.
Los niños aprenden a construir frases progresivamente, empezando con secuencias de palabras sin orden establecido hasta la formación de oraciones con sintaxis correcta, a través de escuchar a otros, de preguntar y ensayar. Es de destacar que este proceso ocurre sin una instrucción específica, por iniciativa del niño. En el caso de Genie, sin embargo, el proceso había quedado estancado en la primera fase; sólo era capaz de emitir palabras sin un orden lógico, pese a que estaba siendo expresamente educada para ello.
Algunos lingüistas de la época, como Noam Chomsky, consideraban la sintaxis como una función biológica del cerebro, innata más que aprendida de otras personas. Tal vez Genie había perdido la oportunidad de desarrollar dicha área del cerebro en el periodo adecuado (la infancia, hacia los 3 años).
Para aportar algo de luz a esta incógnita, se aplicaron pruebas neurológicas a Genie en las que era posible apreciar la actividad en la corteza cerebral. Habitualmente las personas utilizamos ambos hemisferios del cerebro al llevar a cabo una tarea, aunque más intensamente en un lado u otro según el tipo de procesamiento implicado. Por ejemplo, el hemisferio derecho está especializado en el procesamiento visuoespacial entre otros, y el izquierdo en el lenguaje, el análisis y la lógica.
En el caso de Genie se descubrió que el hemisferio izquierdo era casi inactivo, y los resultados en sus pruebas de habilidad eran las propias de una persona con el hemisferio izquierdo extirpado. Se desconoce si esta situación es producto de la falta de estimulación adecuada durante el desarrollo o bien de una deficiencia de nacimiento.
Dejando a un lado la imposibilidad de Genie para desarrollar una sintaxis, la evaluación de los tests referentes a las demás habilidades eran muy satisfactorios. Cuando no era capaz de comunicar algo verbalmente, expresaba sus pensamientos y emociones a base de trazos sobre el papel, de una complejidad y expresividad notables.
También destacaba en tareas lógicas y discriminación de patrones a partir de muestras aparentemente caóticas. Los ejercicios de memoria espacial, como reconstruir estructuras con segmentos de diferentes colores de memoria, daban a Genie una puntuación normal en adultos.
Finalmente queda destacar que el comportamiento de Genie al explorar objetos nuevos era propio de los niños de 18 a 20 meses. Al estudiar un objeto, lo palpaba con los dedos, la boca y áreas adyacentes de la cara. Su vista no había adquirido la predominancia sobre los demás sentidos, como ocurre normalmente.

Adquisición del lenguaje

Se conoce que los niños de apenas cuatro semanas de edad, diferencian unas cuarenta consonantes. Esto se ha comprobado midiendo los cambios de ritmo de la succión y latidos de corazón al escuchar las consonantes, lo que refleja que el cerebro las diferencia de manera involuntaria. Este número es superior al número de consonantes que hayan podido oír en su vida, ya que el inglés (lengua en la que se realizó este experimento) sólo contiene 24 consonantes. El resto de las consonantes serían empleadas por otras lenguas. A los seis años de edad, la habilidad para diferenciar consonantes a las que no han sido expuestos se ha reducido enormemente. Estos datos casan perfectamente con el hecho indiscutible de que tras la pubertad no es posible aprender una segunda lengua de manera natural. La lengua materna es aprendida sin esfuerzo y se domina perfectamente, mientras que una segunda lengua requiere de mucho esfuerzo y no se pronuncia, ni siquiera con décadas de uso, de forma enteramente natural.
Parece que el ser humano viene equipado de manera innata de la capacidad de distinguir un gran número de sonidos específicos para el habla, de los cuales sólo sobreviven y se desarrollan aquellos que son percibidos en el periodo preadolescente. Este periodo, llamado “período crítico”, es fundamental para el desarrollo de distintas capacidades cognitivas, entre las que se encuentra el lenguaje articulado, debido a la gran plasticidad sináptica del cerebro. Gracias a la facilidad para la creación y destrucción de conexiones neuronales, aquellas vías que reciben estimulación adecuada son fortalecidas y “eliminan” a las que no resultan tan útiles. Este modelo de desarrollo cognitivo implica necesariamente la formación previa, anterior a toda experiencia, de unos circuitos neurales básicos sobre los que se realizará el “ahuecado” que dará lugar al sistema de procesamiento maduro.
Esto nos lleva a recordar a dos lingüistas del siglo XX que basan sus investigaciones en el principio de la base biológica del lenguaje humano. Lenneberg defendió la idea del periodo crítico para el desarrollo del lenguaje, situándolo entre los dos años de edad y la pubertad. Según él, antes el cerebro es demasiado inmaduro y después carece de la suficiente plasticidad. Chomsky, por su parte, está convencido de que la gramática del lenguaje articulado (la estructura lógica que permite establecer relaciones entre conceptos expresados verbalmente, y formar así enunciados complejos) está alojada en un área cerebral específica, que necesita de exposición estimular para desarrollarse. Esta área es independiente del resto de capacidades cognitivas y contradiciendo a Piaget, no emerge de ellas, sino de forma paralela. Actualmente se ha popularizado este enfoque, que además viene reforzado por numerosos descubrimientos. Entre éstos destaca el de 12 células detectoras de rasgos que, al igual que otras son activadas por una línea en cierto ángulo, o por una figura geométrica concreta, distinguen 12 vocales correspondientes.
Hemos visto anteriormente que la actividad de los hemisferios de Genie se limitaba en su mayor parte al derecho, encargado de la percepción espacial y visual fundamentalmente. Así, obtenía resultados excepcionales en la identificación de caras, entre otras pruebas visuales. También su lenguaje se veía inclinado hacia el aspecto visual: cuando la mayor parte de los niños emplean sus palabras para describir acciones y relaciones entre personas y objetos, Genie las utilizaba para recalcar aspectos visuales de objetos, como “zapato negro” y “mucho pan”. A causa de estas peculiaridades, Susan Curtiss, la investigadora que trabajó con Genie durante varios años, llegó a pensar que tal vez la especialización del hemisferio izquierdo sólo puede producirse con el del lenguaje.
Esta especialización está sin duda relacionada con el gran interés que mostraba por explorar el entorno durante sus paseos con sus cuidadores, así como con la falta de iniciativa para hacer preguntas por sí sola. Pese a que nunca ha aprendido a distinguir entre pronombres, ni utiliza oraciones compuestas, sorprendió más de una vez a sus interlocutores refiriéndose a una acción del pasado: “Padre pega brazo. Madera grande. Genie llora,”, o bien describiendo sus emociones: “Genie feliz”.
En cualquier caso, y pese a los grandes avances realizados en la educación tardía de Genie, las grandes preguntas sobre el origen del lenguaje y su relación con el resto de capacidades cognitivas están aún abiertas.

  • Ward, Andrew. . Consultado el 2007.
  • Jacqueline Barber, Katharine Barrett, Kevin Beals, Lincoln Bergman, and Marion C. Diamond (1999). Learning About Learning. University of California, Berkeley CA 94720: Lawrence Hall of Science. 
Rymer, Russ (1999). Genie: a Scientific Tragedy. Harper Paperbacks; Reprint edition (January 12, 1994).

Genie "La niña salvaje"

Infancia

Susan nació el 18 de abril de 1957. Vivía con sus padres y un hermano mayor, John, que era, junto con ella, el superviviente de un total de cuatro nacimientos. La pareja, formada por Irene y Clark Wiley, sufría de frecuentes desavenencias. Irene sufría de ceguera progresiva debido a las cataratas y a su desprendimiento de retina. Clark, por su parte, quien era 20 años mayor que Irene , sufría un cuadro depresivo agravado que se desencadenó a causa de un accidente de tráfico en el que murió su madre, y era un hombre que le propinaba frecuentes palizas a su esposa. También se especula que tenía un odio innato hacia los niños.
Genie nació con un peso normal respecto a la media, pero sufría de una dislocación congénita de cadera que la obligaba a llevar una tablilla en esa parte del cuerpo. Comenzó a hablar un poco tarde, a los 20 meses. Un médico familiar sugirió que la niña presentaba problemas de aprendizaje y que posiblemente también un retraso mental. Clark tomó esta situación al extremo, llegando a creer que las autoridades le quitarían a su hija, o que sería llevada a una institución especializada, y que era su deber proporcionarle un tratamiento doméstico y protegerla de los peligros del mundo exterior.

Encierro

A partir de ese momento, Genie comenzó a experimentar los efectos del aislamiento. Hasta los 13 años de edad, Genie no tuvo contacto con el mundo, ni con persona alguna, salvo su padre (según la reconstrucción de hechos). Se especula que pasaba los días encerrada en una habitación, ataviada únicamente con un pañal y atada a una silla-orinal (potty chair, silla entrenadora en inglés). Cuando era de noche, su padre la colocaba en una especie de bolsa de dormir, la ataba y la dejaba dentro de una jaula hecha de alambre y madera, cuando no se le olvidaba y la niña pasaba las noches sin protección alguna en la silla (de acuerdo al testimonio de su madre). Tenía prohibido emitir sonidos o hacer ruido. Si llegaba a hacerlo, su padre la golpeaba o le ladraba como un perro feroz para asustarla. Ni siquiera le enseñó a comer o a ir al baño por sí sola. Su alimentación, hasta los 13 años, consistió en comida de bebé, cereales y huevos cocidos, todos los cuales le eran proporcionados de mano, sin entrenamiento.
Su habitación, si es que se podía llamar así, era un cuarto sellado sin ningún adorno en las paredes. No tenía acceso a radio, televisión, ni a material didáctico. Lo único de lo que disponía (cuando no estaba atada) era de algunos envases de queso cottage, un par de impermeables de plástico, estambre y revistas viejas de TV Guide. Si acaso llegaba a oír palabras, éstas eran primitivas y agresivas. A la edad de 13 años, la niña sólo entendía 20 palabras, la mayor parte de las cuales eran cortas y negativas, como "stop it" (para ya), "no more" (ya basta) y "no".
Los demás habitantes de la casa no vivían de manera muy diferente, pues debían permanecer cautivos (aunque a ellos se les permitía salir de vez en cuando). Cuando no les era permitido, el padre se sentaba con una pistola cargada a observarlos. También les estaba terminantemente prohibido dirigir palabra alguna a Genie.
En la habitación de Genie, a pesar de estar sellada y con las ventanas tapadas, había un pequeño hueco en la parte superior del cristal de éstas, con lo que Genie posiblemente haya escuchado la música de piano que un vecino solía poner y los aviones que pasaban por el lugar. Su vista del mundo se reducía a 5 centímetros de cielo y parte de la casa de dicho vecino.

Descubrimiento y tratamiento

En algún punto a mediados de 1970, cansada de los abusos y las palizas, Irene Wiley logró escapar, llevándose a sus hijos y huyendo con su madre. Debido a que la situación económica era precaria, por decir lo menos, no disponía de dinero para operarse y recuperar la vista. Por tal motivo, el 4 de noviembre de 1970 acudió a una oficina de beneficencia en Temple City a buscar apoyo del Estado de California. La trabajadora social que le atendió notó de inmediato que la niña que iba con ella usaba pañales, miraba puntos indefinidos en el espacio y sostenía sus manos como si estuviera apoyada en una barandilla imaginaria, mientras hacía ruidos infantiles. Pensó que era autista, y que no tendría más de siete años de edad. Al descubrir que en realidad tenía trece, llamó a su supervisor, quien dio aviso a la Policía. Inmediatamente la niña fue puesta en custodia y los padres acusados de negligencia y maltrato infantil. Quedó claro, sin embargo, que Irene tendría más posibilidades de defensa, considerando además el hecho de que era una víctima de violencia doméstica. Con esto en mente, poco antes de comenzar el juicio, Clark se suicidó.
La casa estaba completamente a oscuras. Todas las ventanas estaban tapadas y no había juguetes o indumentaria, nada que hiciera pensar que un niño de cualquier edad hubiese vivido ahí. Los únicos muebles en la habitación [de Genie] eran una jaula parecida a las de los pollos y una silla entrenadora con una especie de aparato doméstico para atar gente (Frank Linley, Sargento de Temple City y una de las primeras personas en conocer a Genie).
[1]
La niña fue llevada al Children's Hospital de Los Angeles y de inmediato se notó su extraña y comprensible actitud: su modo de andar era similar al de los canguros, estornudaba, escupía y rasguñaba. Casi no emitía sonidos y se dedicaba a buscar objetos con los que intentaba masturbarse regularmente, sin importar el lugar donde se hallase o las personas que estuviesen a su alrededor. Sin embargo, cuando los médicos del hospital lograron enseñarle a vestirse por sí misma y a responder algunas preguntas comenzaron a tener mayor confianza en que la niña podría tener un nivel de desarrollo aceptable.
Otros eran más escépticos. La cuestión fundamental era si era posible aprender a esa edad, y qué tanto influye el ambiente en el desarrollo de las habilidades lingüísticas, sobre todo. Justo en ese momento, gente como Eric Lenneberg y Noam Chomsky establecían una crítica contra las teorías del lenguaje, el segundo atreviéndose a postular que el mismo es innato de alguna manera en el ser humano, que no necesariamente es producto de la civilización, sino un proceso natural.
Lenneberg, por su parte, decía que hay cierto umbral del desarrollo en que el cerebro está diseñado para aprender tareas como el lenguaje. Pasado este tiempo, es inútil tratar de enseñarle el mismo.
Los médicos, se dice, vieron la película L'Enfant Sauvage de François Truffaut, curiosamente estrenada ese mismo año de 1970, en la que se contaba el caso de Víctor de Aveyron, un niño hallado en estado salvaje a finales del siglo XVIII en Francia. En opinión de los primeros terapeutas, James Kent y Susan Curtiss, jamás se había dado un caso de abuso infantil de semejantes proporciones.
Susan Curtiss nos hace mención de la anécdota con cierto carnicero que solía ir en ocasiones al hospital a ver a Genie. Cuenta que entre ellos se estableció un lazo muy especial, que parecían entenderse, y que, al llevarle un trozo de carne como obsequio, la niña lo escudriñaba, se sentía admirada de su forma, y, particularmente, parecía tener predilección por el tacto en los labios.
Con esto en mente y dada la oportunidad de estudiar uno de los casos de niños salvajes más susceptibles de ser documentados y medidos, el gobierno de los Estados Unidos asignó recursos especiales a la investigación de Genie. La Dra. Jeanne Butler fue la asignada para llevarse a Genie a casa, casi por accidente, y, según su versión de los hechos, trató de brindarle a Genie un medio ambiente tan doméstico como le fuera posible, por lo que trató de llevar a cabo la investigación casi por su cuenta, y no permitía visitas de parte del equipo originalmente ocupado de Genie. Las actitudes de la Dra. Butler han sido controvertidas hasta hoy. Sus detractores citan una frase que solía decir: "Voy a ser la próxima Anne Sullivan" (la mentora de Hellen Keller), para apoyar la tesis de que sólo era una buscadora de fama a costa de la niña. Ella se defiende argumentando que su interés por Genie era genuino. Como sea, su petición para adoptarla legalmente fue rechazada y la niña volvió al hospital.
Se designó una nueva pareja para ocuparse de ella: David Rigler y su esposa Marilyn, quienes se enfocaron ante todo en enseñarle cosas prácticas más que la observación de sus hábitos. Citan el caso de cuando Genie pudo hablar acerca de sus años de maltrato:
MARILYN RIGLER: Where did you stay when you lived at home? Where did you live?
Where did you sleep?
GENIE: Potty chair.
MARILYN RIGLER: You slept in the potty chair?
GENIE: Mmm-hmm. Potty chair.
Traducción:
Marilyn Rigler: ¿Dónde te quedabas cuando estabas en casa? ¿Dónde vivías? ¿Dónde dormías?
Genie: Orinal.
Marilyn Rigler: ¿Dormías en el orinal?
Genie: Mmm-mmm. Orinal.
Durante los cuatro años que permaneció con el matrimonio, aprendió los fundamentos del lenguaje de señas, algunas frases cortas, aprendió a sonreír y, si no había otra forma de expresarse, hacía pequeños dibujos.

Fin del tratamiento

Pese al relativo éxito, la Asociación de Salud Mental de los Estados Unidos consideró que el mérito científico de los años de estudio en la niña era dudoso, y que estaba gastando un dinero innecesario. Por tal motivo, en 1974 el presupuesto para Genie fue suspendido. Esto, aunado a las constantes acusaciones de la Dra. Butler acerca de que la niña había de hecho experimentado una involución y que no se le permitía ver a su madre, hicieron que los Rigler abandonaran la custodia de la niña en 1975. Genie, sin embargo, aprendió frases cortas como "Tienda comprar puré manzana"

Los años posteriores

Tras un juicio de custodia, la niña fue enviada con su madre, quien se había operado la vista, y que después de unos meses se dio cuenta de que hacerse cargo de Genie era una tarea muy complicada. Pero, debido a que los términos legales del juicio establecían que los médicos del equipo original de Genie no tenían derecho a acercársele, la mujer tomó las decisiones que creyó pertinentes, sin consultar a nadie. Eventualmente, Genie vivió en seis hogares adoptivos, en algunos de los cuales fue nuevamente maltratada y experimentó regresiones, sobre todo después de cierto incidente en uno de ellos, donde, después de ser severamente castigada (no se sabe exactamente de qué manera) por vomitar, adquirió nuevamente el miedo a abrir la boca, con lo que nuevamente dejó de hablar.

Genie en la actualidad

Debido a la orden judicial, se sabe poco de Genie en la actualidad de manera pública. Lo único que se sabe es que su madre falleció alrededor del año 2002, que su hermano John asistió a la preparatoria por lo menos un año, que sigue vivo y que ella está en una institución de cuidados para adultos ubicada cerca de Los Ángeles. Si bien su paradero es medianamente conocido, se prefiere evitar su divulgación por razones éticas. Jamás se sabrá el grado de desarrollo que hubiese podido alcanzar de haber seguido con su terapia cognitiva.
Existe una película independiente llamada Mockingbird Don't Sing basada en la historia de Genie (sin mencionar explícitamente su nombre, por temor a problemas legales), así como una canción del grupo indie Killjoy Confetti llamada Crooked Teeth.

La niña salvaje - 1 de 6

Innatismo

En 1957, con tan solo 29 años, Chomsky revolucionó el campo de la lingüística teórica con la publicación de la obra Estructuras sintácticas, basada en su tesis doctoral —Estructura lógica de la teoría lingüística—, que no sería publicada hasta 1975. El efecto que produjo sobre las teorías lingüísticas y psicológicas entonces en boga fue demoledor, ya que atacaba los presupuestos centrales tanto del estructuralismo como de la psicología conductista. Hasta entonces, se creía que la adquisición del lenguaje, como cualquier otra destreza humana, se producía por medio del aprendizaje y de la asociación. Sin embargo, Chomsky postulaba la existencia de un dispositivo cerebral innato (el "órgano del lenguaje"), que permite aprender y utilizar el lenguaje de forma casi instintiva. Comprobó además que los principios generales abstractos de la gramática son universales en la especie humana y postuló la existencia de una Gramática Universal.
Chomsky denominó gramática generativa al conjunto de reglas innatas que permite traducir combinaciones de ideas a combinaciones de un código. Fundamentó la hipótesis, ya existente, de que la gramática es un sistema combinatorio discreto que permite construir infinitas frases a partir de un número finito de elementos mediante reglas diversas que pueden formalizarse. La nueva teoría consideraba que las expresiones (secuencias de palabras) tienen una sintaxis que puede ser caracterizada (globalmente) por una gramática formal; en particular, una gramática extendida por normas de transformación. Se les supone a los niños un conocimiento innato de la gramática elemental común a todas las lenguas humanas (lo que supone que toda lengua existente es una clase de restricción). Se sostiene que la modelización del conocimiento de la lengua a través de una gramática formal explica la "productividad" de la lengua: con un juego reducido de reglas gramaticales y un conjunto finito de términos, los humanos pueden producir un número infinito de frases, incluidas frases que nadie haya dicho anteriormente.
Los partidarios de esta concepción ponen como ejemplo que la velocidad con la cual los niños aprenden lenguas es inexplicablemente rápida, algo no posible a menos que los niños tengan una capacidad innata para aprenderlas. La similaridad de las etapas que siguen todos los niños a través del mundo cuando aprenden una lengua, y el hecho de que los niños cometan errores característicos cuando adquieren su primera lengua, mientras que otros tipos de error al parecer lógicos no se producen nunca (y, según Chomsky, estos deberían darse si el mecanismo de aprendizaje utilizado fuese general más que específico de una lengua), se postulan también como un argumento a favor de dicho innatismo.
Más recientemente, en su Programa minimalista (1995), conservando al mismo tiempo el concepto central de "principios y parámetros", Chomsky intenta una revisión importante de las máquinas lingüísticas implicadas en el modelo de LGB, despojándolos de todo excepto de los elementos estrictamente necesarios, preconizando al mismo tiempo un enfoque general de la arquitectura de la facultad de la lengua humana que destaca los principios de la economía y la concepción óptima, volviendo de nuevo al enfoque derivacional de la generación, en oposición con la mayor parte del enfoque representativo clásico del P&P.
Chomsky caracterizó la tarea del lingüista mucho mejor que ninguno de sus predecesores y fijó con todo rigor el campo para el estudio científico del lenguaje. Su objetivo nunca fue establecer una teoría especulativa más sobre el lenguaje, sino una explicación rigurosa de su complejidad. La intención era por tanto pasar de una pre-ciencia meramente descriptiva a una ciencia con poder explicativo y predictivo falsable y con construcciones abstractas que permitiesen un riguroso sistema axiomático. Nada ha sido igual desde entonces en el campo del estudio del lenguaje y, por extensión, de la mente humana. La gramática generativa de Chomsky fue la primera evidencia sólida de que la inteligencia humana está basada en dispositivos cerebrales especializados e innatos y eso ha permitido el agrupamiento de las ciencias cognitivas. También provocó una enorme escisión epistemológica que todavía se mantiene frente a quienes rechazan la concepción modular e innata de la mente y siguen siendo partidarios de un modelo de cerebro como tabla rasa, como por ejemplo los psicólogos que trabajan con procesos de emergencia o las teorías conexionistas, que consideran la lengua como un caso particular de los procesos generales del cerebro.

El signo Linguistico

Ferdinand de Saussure, en su Curso de lingüística general, propuso una serie de dicotomías en su afán por hacer del estudio del lenguaje una ciencia mucho más racional de lo que hasta entonces había sido, así como una serie de conceptos que conformaba la lengua como estructura.
Una de las dicotomías más importantes que realiza se da al separar el lenguaje en lengua o langue (sistema de signos) y en habla o parole (manifestación particular de ese sistema en el acto de comunicación). Es importante destacar que la langue precede necesariamente a la parole, es decir: sin la internalización del sistema lingüístico no podemos llevar a cabo el acto del habla. Con esta división se separa a la vez lo que es social de aquello individual y lo que es esencial de lo que es accesorio o accidental. La langue es aquello que el sujeto registra pasivamente, no existe premeditación. Además, es externa al sujeto y él no presenta la capacidad de modificarla. La parole, por el contrario, es un acto individual y voluntario y que se da de forma diferenciada en cada sujeto. Debido a esta descripción, Saussure propone el estudio de la lengua y no del habla, dado que la primera es algo objetivo en que no existe la variedad, mientras que el habla se modifica a voluntad del sujeto, lo cual la hace inestudiable en el modo en que Saussure concebía la lingüística.
Saussure entiende la lengua como un sistema semiótico formado por signos lingüísticos. El signo lingüístico es definido como una entidad psíquica con dos caras íntimamente unidas y que se reclaman reciprocamente. Estas serían el significante (forma fónica o imagen acústica) y significado (concepto mental al que corresponde la imagen acústica). Las diferencias en el significado vendrían provocadas por las diferencias en el significante. Cabe destacar que la relación entre estos significados se da de forma arbitraria, por lo que podemos decir que el signo lingüístico es arbitrario. Un ejemplo propuesto por Saussure es el de la idea de sur, que no está necesariamente ligada a la sucesión de sonidos s-u-r, por lo que podría estar ligada a cualquier otra sucesión de sonidos, tal y como pasa en otras lenguas diferentes.
Otra dicotomía básica es la de 'diacronía' (estudio del lenguaje a lo largo del tiempo) y 'sincronía' (estudio del lenguaje en un determinado momento histórico). Saussure sitúa su estudio del lenguaje en la sincronía argumentando que el lenguaje es un sistema de valores puros que sólo está determinado por los acuerdos existentes en un momento dado. Es muy aclaratoria la metáfora del ajedrez presentada por él mismo para explicar este argumento. Él mantiene o sostiene que ocurre como en un juego de ajedrez, donde el observador que se incorpora a la partida no necesita, para entender todo lo que ocurra a partir de entonces, saber todo lo que ha pasado anteriormente a su llegada.
Otra dicotomía se refiere a la diferencia entre paradigma (relación en ausencia entre los elementos que pueden formar parte de una enunciación) y sintagma (relación que se establece en presencia entre los elementos de la enunciación, lineal, en un tiempo y en un espacio).

¿Qué es la Psicolinguistica?

La psicolingüística es una rama de la psicología interesada en cómo la especie humana adquiere y utiliza el lenguaje. Para ello estudia los factores psicológicos y neurológicos que capacitan a los humanos para la adquisición y deterioro del mismo, uso, comprensión, producción del lenguaje y sus funciones cognitivas y comunicativas.

Entonces nos preguntamos ¿El lenguaje es Innato o adquirido?